La IA es una herramienta de doble filo: permite a delincuentes y crimen organizado operar con más precisión, escala y anonimato. Se aplica a ciberataques, desinformación, fraudes financieros, robo de identidad, vigilancia ilícita, sabotaje de infraestructuras y explotación sexual. En síntesis, automatiza tareas delictivas y eleva la sofisticación de los ataques. (Europol alerta que esto transforma y agrava el riesgo).
¿Cuáles son los principales tipos de delitos potenciados por IA?
- Ciberataques automatizados: phishing/vishing hiperpersonalizado, malware adaptativo, DDoS “inteligente”, explotación de vulnerabilidades y ataques adversarios a modelos de IA.
- Manipulación informativa: deepfakes, noticias falsas, ejércitos de bots y propaganda dirigida.
- Fraudes y delitos financieros: lavado de dinero, ad fraud, fraude en e-commerce, estafas de inversión y ATO (robo de cuentas).
- Identidad: robo de identidad y perfiles sintéticos para abrir cuentas o infiltrarse en organizaciones.
- Privacidad y vigilancia ilícita: scraping masivo, reconocimiento facial sin control, espionaje corporativo y ataques de inferencia.
- Crímenes físicos e infraestructuras: armas autónomas/drones, y sabotaje de sistemas ciberfísicos críticos.
- Explotación sexual y ciberacoso: deepfakes no consensuales, IAG con contenido ilícito y acoso automatizado.
- Manipulación de mercados: colusión algorítmica y distorsión de precios.
- Otros usos maliciosos: democratización del delito digital, reclutamiento y trata, envenenamiento de datos y abusos sobre la propia IA.
¿Qué caracteriza a los ciberataques potenciados por IA?
- Phishing/vishing que imita tono y estilo reales, sin errores obvios.
- Malware adaptativo que evade detecciones y cambia su firma.
- DDoS inteligente que concentra tráfico donde más duele.
- Exploit discovery asistido por IA para hallar “zero-days”.
- Ataques adversarios que confunden modelos y sortean defensas.
¿Cómo se manipula la información con IA?
- Deepfakes de voz, imagen o vídeo para fraude, extorsión o daño reputacional.
- Bots que amplifican fake news y moldean opinión pública.
- Propaganda dirigida con perfiles psicológicos para polarizar o desestabilizar.
¿Qué fraudes económicos habilita la IA?
- Lavado de dinero automatizado y “smurfing” para evadir umbrales.
- Ad fraud con bots que simulan comportamiento humano.
- E-commerce fraud: tiendas clonadas y reseñas falsas.
- Inversiones “milagro” y romance scams con chatbots.
- Account Takeover (ATO) explotando credenciales filtradas.
- Estafa procesal con pruebas sintéticas en juicios.
¿Qué pasa con la identidad y la privacidad?
- Identidades sintéticas (datos reales + ficticios) para abrir cuentas o infiltrarse.
- Vigilancia masiva y reconocimiento facial sin regulación.
- Espionaje corporativo vía uso imprudente de IAG por empleados.
- Ataques de inferencia que desanonimizan datasets.
¿Existen riesgos físicos y para infraestructuras?
Sí. Drones y sistemas autónomos pueden transportar contrabando o ejecutar ataques; agentes de IA pueden interrumpir hospitales, energía o agua, cifrar datos críticos y detener operaciones.
¿Y la explotación sexual/ciberacoso?
- IAG ilícita que genera/transforma contenidos de abuso.
- Deepfakes no consensuales (especialmente contra mujeres).
- Acoso coordinado por bots y contenido fabricado.
¿Qué otros usos delictivos emergen?
- Colusión algorítmica en mercados.
- Reclutamiento y trata asistidos por perfiles de riesgo.
- Data poisoning y ataques a modelos de IA para sesgar resultados.
- Infiltración en organizaciones con identidades sintéticas.